El árbol difunto

Sentado frente a la chimenea veo
Hermosas llamas que tímidamente me miran
Mis ojos reflejan el fuego
Que verticalmente hacía el cielo caminan.
El humo se escapa del árbol difunto
Como último adiós que le diera a su cuerpo
Y yo en silencio voy guardando luto
De este triste árbol que aquí yace muerto.
Los troncos descansan tirados e inertes
Y yo en mi living tan solo los velo
Sintiendo el frío suspirar de la muerte
Que ve en mi casa un triste mausoleo.
La ventana se abre y entra una brisa
Y como se abrió de verdad es un misterio
Mientras que de árbol solo quedan cenizas
Como fantasmas en un cementerio
Corro y en una caja las junto
Para esparcirlas en un suelo arbolado
Tal vez así lo quiso este árbol difunto
Volver al lugar de donde lo han desterrado.
Esparzo en el bosque todas sus cenizas
Haciendo de este su lecho de muerte
Tal vez aquí vea crecer las semillas
Rogando que ellas no tengan su suerte.
Pablo Berkell
Arrepentíos asesinos de la naturaleza, los árboles tienen vida