Recordar, olvidar, recordar.
Siembra de olvidos y cosecha de recuerdos,
¿con qué nuevos conjuros extravié tu nombre?
a la par, sin disolverse por completo
tomé la desesperación por el cuello
la amenacé hasta el cansancio, pero no se ha ido.
Partido en dos, entre lo personal y lo planetario
operando la máquina única que devuelve el tiempo
muriendo otra vez, viviendo de nuevo,
es entrar y salir en infinitas ocasiones
extasiada y presa en el corredor nemónico.
Sombras y ánimas de amores pasados
desfilan una tras otra ante mis ojos,
mi nostalgia, tan natural, pasa revista
¡ah carajo! ¿qué fue de ti? ¿y tú qué te has hecho?
maldigo este juego incesante de la memoria.
¡Que estúpido presagio me has pintado!
te grité al oído, ebria de añoranza
de cuando el tiempo era tan mio
y amasaba juntos en mis manos llanas,
el mundo de lo palpable y lo divino.
Me ha clavado tantos puñales tu recuerdo
que encontré en el desamor tantas verdades,
secretos de cuando el mundo era tan nuestro
la perfección tan solo un vocablo.
y el universo uno, elemental, silvestre y claro calblanca