Soñada liberación

Un galope salvaje.
Un espíritu indómito.
Mil caminos que se abren a merced de tu antojo.
Vas trazando una huella
que se elonga y se estrecha, colmada de auroras con aroma a nostalgias.
Eclosionas y gritas,
con la voz de tu entraña
que retumba en el tiempo,
y sus ecos reclaman tu libertad, tu prestancia.
Para que dueña del mundo,
te apoderes de sus goces,
aprisiones sus venturas y el rayo de tus pupilas,
tenga por norte el mañana.
® Susana Valenzuela
22-05-13