Ambos junto al lago.

Dime mi flor soñada
si el amor que de mi alma fluye
te llega, mi deseada,
y si tu alma intuye
la fuerza pasional que me destruye.
Si un día contestaras
al canto del amor que te reclama
quizá también amaras
y mi encendida llama
verías con la fuerza que te llama.
En este día hermoso
el vernos junto al lago en mi sería
por verte, fabuloso,
de amores vida mía,
y en mis brazos de amor te mimaría.
Serías mi princesa
entre un concierto de pájaros cantores
y esos labios de fresa
me darían sin rubores
la fragua donde fundes tus amores.
El poeta
desconocido.
17/2/013