Mis ojos te buscan,
y puedo imaginarte, y es tal el ansia,
que mi alma vuela,
en sueños errantes, eternos.
Entre el tiempo y la distancia,
buscando el encuentro.
Y te veo en lugares extraños,
que nunca mis ojos han visto,
mis pupilas se llenan de maravillas,
dibujan paisajes llenándolos de color,
allí te veo entre bosques,
jardines y estaciones.
Pinte en mis ingenios
un edén de fuente infinito de ternura,
y bebí de ella, para nutrir mi alma,
seguir navegando entre las aguas de tu cauce,
empapandome de ella,
siendo arbol y raices entrelazadas, en comunión ,
del amor,
escuchando el cascabel de tu risa,
bajo el manto estrellado
y el reflejo de los hilos,
plateados, de una luna enamorada.
Sublime seducción,
de verte y pensarte,
en esta locura mía
BONITA