Historia del ascensor

Nunca me pasó, estaba tomando el ascensor
en el último piso queda mi habitación
4 b me dijo una mujer
y no pude dejar de obedecer.
Entramos los 2
en ese pequeño elevador
ella detrás de mí
observado me sentí.
De reojo la miré
sus cabellos rubios, su falda color café
la volví a mirar
como era de esperar
su silueta marcaba un punto
entre el sueño y la realidad.
Con una simple vista
lo que llega uno a imaginar
y sin pedir permiso
tu mente empieza a soñar
con una simple vista
no hace falta nada más
y en este ascensor
los nervios me juegan mal.
Esta vez un poco más compleja
la mira fue
sus labios en sintonía
con sus pechos y mi fe.
No podía imaginar
la mujer que tenía detrás
mi cuerpo temblaba
pero algo tenía que hablar.
Sin darme vuelta murmuré
que hermoso día,
linda mañana
para hablar de usted.
y en un segundo
una sonrisa escuché
Con una simple vista
lo que llega uno a imaginar
y en unos segundos
te preparas para el mundial
con una simple vista
no hace falta nada más
las cartas están jugadas
siempre gana el que sabe jugar.