El único corazón

Si yo fuera, si pudiese, si tu amor alcanzase.
Perdidamente enamorado estoy de tus ojos
y no sé como hacer para que te fijes en mí.
El tiempo no es significativo, hace falta
una chispa, una combustión de calor,
para que veas que estoy a tu lado,
que soy yo quien te coge de la mano.
Hace falta pertenecer a tu pasado.
Cuando aun eras reina y se postraban a tus pies,
cuando alarmabas con tu coche
a seniles por el carril de aceleración.
Cuando pesaba tu imaginación en la conducta.
Un hacer independiente al que venían a adorar.
Un cuerpo que exhalaba hormonas juveniles
y se ponía perfume de frasco de cristal.
Llegué tarde, era el último bufón de la noche
y te sonreíste. Mi corazón guardó cariñosamente
ese momento y desde ese instante me recordaste
como la recesión de un corazón cansado.
Con la última moneda en el bolsillo
se llevó un corazón herido y la princesa
en un acto de sencillez, le dio su número
y pidió que volviera más altivo
En todos estos años todavía guardo tu dirección
para poder asombrarte con el regalo que mereces
para que dirijas tu mirada con admiración
para que forme parte de tu recuerdo, de tu cariño
y de tu amor para siempre.