Y es que ella era tan bella...

Y es que ella era tan bella...
Que su belleza sofocaba
Y al verla él sólo sentía ganas
De tenerla y de besarla...
Y es que ella era tan bella...
Que él de sólo pensarla
Desvariaba...
Y ardía en llamas por amarla...
En cambio estaba su otra mitad...
Que no era bella...ella era mansa...
Pero él deseaba a aquella...
Que era insaciable en el amor y en la cama...
Y es que ella era tan bella...
Que era mentira no amarla...
Más de una vez se mintió
Y trató de olvidarla
¡Para nada!
Pues a sus favores él siempre regresaba...
De sus mieles era adicto
De sus besos, como drogadicto
Deseaba siempre un poco más...
Con la ventaja, de no morir de sobredosis en hora temprana...
Y es que ella para él, era más bella de mañana...
Con las pestañas regadas por la cara
Y su pelo alborotado enredado entre sus ganas...
De poseerla dormida,
Indefensa, tranquila...con pausa
Para respirar de su aroma de almendra,
De fruta recién cortada...
De flores de mil aromas,
Que brotan de sus ansias y de sus entrañas...
Y dejarse ahora correr
Pues ella va correspondiendo
Ella le está enseñando en verdad
Como es que el amor se ama...