Y eso me basta
Sepulto mis silencios, y los hago clandestinos para que nadie escuche mis gemidos, porque me afano en ser un fantasma en la colina, en la pradera, y por donde el miedo vuela de prisa.
De repente quisiera ser una molécula de brisa que acaricie tus labios inquietos. Esos que no saben mentir, pero besan con maestría irrebatible.
Quiero pasar inadvertida, para que no vislumbres mi presencia y reclames mi ausencia en cada madrugada insomne.
Quiero ser invisible a tus reproches, a tu delirio de cambiar mis maneras; esas que endosó Dios en mi alma al salpicarme el aliento de vida.
Abstracta, incolora, así quiero vagar por la vida para que nadie distorsione mi historia; repleta de laureles ganados con el esfuerzo inverosímil y el ímpetu de mi fortaleza.
Quiero un día dejar de ser táctil a la imaginación macabras de aquellos, que mancillan mi honra para hacerla polvo.
Deseo ser, hasta que Dios lo decida. Deseo ser un enjambre de pasiones enjauladas en esos recuerdos tuyos.
Entonces no estaré tangible a tu mirada distraída, pero si estaré inmersa en tu memoria. Y eso... me basta.
Ivette Rosario
estimada poetisa y amiga ivette; es un placer visitar tu espacio poético y posar mis pupilas en el vasto vergel de tu inspiración, donde florecen versos maravillosos, muchas gracias por engalanar nuestra casa con tu arte, talento y dulzura.recibes mi abrazo y mis bendiciones, marleny.