Rememoro días felices en mi mente,
añoro esos momentos de ilusiones,
imperecedera dichas y promisiones.
Aquellos instantes no fue insubsistente.
Aunque no se repitiese, quedo cincelada
en mí, de aquello momento placentero.
A voluntad se deleitaron por entero,
nuestros corazones en doblete palpitada.
Algo en mí exige, que vuelvan esos días,
de ser posibles me empeño sin desidias
en común acuerdo, sincerarnos nuevamente,
y que se acabe este desvío sin razón.
Basta de caprichos y unamos el corazón.
Si juntos somos felices es tan evidente.