Era tanta mi ilusión,
la noche era mágica
bailamos en el salón,
que bella danza.
Me hiciste sentir un cisne,
con tu alegría y tu amor,
el maravilloso baile
en danza se convirtió.
Aparecieron las hadas
a bailar con alegría,
yo me sentí, hada también
y tu feliz nos mirabas
y vi tu bella sonrisa.
Las hadas eran tan bellas
y su baile de ballet,
que nuestro bello salón
se convirtió en un vergel.
Vergel de bella música,
las bailarinas danzando
parecían mariposas,
que volaban, en la brisa
de un lago.
Yo como hada también,
dance como mariposa,
al final danzaste conmigo
y… todo fue un dulce sueño,
cuando me beso tu boca.
Rosario Ayllón.
Poetisa - 2009