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Defecto
Poema
Categoría: Amor

Y nunca me digas adiós

No consigo alzarme donde los pájaros,
En el vértice de los huracanes. Mejor será,
Que me acerque del modo que pueda
Y te husmee entre las nubes,
Y me guíe por el olor a chocolate de tus arterias.
Ahora a quién me abrazo
Para no caer muy abajo,
Donde el ayer, aún se concilia de mi rendición.
Quiero que me sujetes,
Y me hagas prisionero en tu corazón,
Que nunca me sueltes,
Y me dejes confiarte mis alas,
Para que jamás me digas adiós.
Ahora quiero acomodarme cerca de tus ojos,
Dentro de tu sed,
Verte transitar por los poros de mi piel,
Y rozar, las escamas de tus ingles.
Ofrecerte mi fuerte corazón,
Cuando tus años no paren de decirte adiós.
No quieras que me vaya nunca,
A quien le cuento, cuando tus silencios,
Son hipnóticos a través del teléfono.
Me haces sonreír, con una mirada extraña,
Y no quiero renunciar el oír tus palabras,
Quiero entregarte sin meditar más allá de nosotros
Que existe una prisión.
Te hago un hueco con mis alas,
Y nunca me digas adiós.
Te recuerdo de cómo las flores de tus labios,
Dejaban su miel, por mi desnudo cuello,
Cómo el polen se esparcía por el pecho
Mientras me rendía a tus dedos
Que me escribían desde el corazón.
Y ahora que la luz se alumbra sola,
Que mi habitación desprende soledad,
Que el viento de mis hélices
Oxigenan a unas lágrimas que no encuentran su camino
Por culpa de la oscuridad.
Y ahora que me abrazo a la almohada,
Y me hago fuerte, deseando que un sueño,
Me enseñe cómo multiplicar los abrazos
Cuando estemos tumbados en tú sofá,
Y no quede mas remedio que acariciarte;
Dime que puedo hacer,
Dime que alegría puede hacerte feliz sin tropezar,
Para que yo levante el telón,
Y así, no tengamos que decirnos adiós.
Sólo quiero rozarte, rendirme al rubor del atardecer,
Suplicarte en las melodías de mis palabras
Que es lo que puedo hacer
Para que tus dedos
Se vadeen con el teclado
Y me prestes tus armas,
Y en tu alegría me entregues tus alas.
Y no me digas adiós,
Sólo espera que llegue la noche,
Y tras de si las doce,
Mi alma se sincere al lindar la almohada,
Y pueda oler tu cabello mientras duermes.
Deja que te tome la mano,
Y te muestre la pausa de mi sueño,
Deja que te coloque esa capa mágica,
Que me puso ayer mi abuelo,
Y te proteja de esos miedos
Que aguardan en tú habitación.
No tienes que disimular, en tu voz, la palabra adiós,
Se queda aquí conmigo.
Y no inquieras en otro corazón,
Lo que ya encontraste en mis latidos.
Aunque sea de lejos,
Te buscaré donde el espejo te pueda ver,
Y si el viento de los huracanes,
Se rinden a nuestro amor, el mejor atardecer,
Será aquel que prestes
Tus pequeñas alas
Y nunca me digas adiós.
Datos del Poema
  • Código: 359086
  • Fecha: 01 de Octubre de 2012
  • Categoría: Amor
  • Media: 6.22
  • Votos: 59
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,272
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: baltasar bennasar
País: EspañaSexo: Masculino
Fecha de alta: 11 de Noviembre de 2008
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