En otra vida fui William y te llamé Juliet, te inventé para verte enamorada, ocultándome entre las costillas de los libros, haciéndote feliz a mi manera, ignorando mi existencia. Hoy los versos se los lleva el viento y girando en círculos por la noche terminarán en una hoja que llevará todo menos tu nombre, llegará a tu ventana por error y entonces sabrás que alguien es amada como tú siempre quisiste, y yo te susurraré oculto entre las costillas de los libros, inventándote cada día, hasta que la mujer de mis poemas y la de mis sueños se encuentren en la vida real al mirarse en un espejo.