Y ¿si tal vez solo tal vez?,
Pudieras enamorarte como la primera vez,
Sé que no soy el,
Y no podrÃa compararme porque no vivà en ese papel, Tu corazón y vida se marcharon el dÃa que él se fue,
Y asà fue,
Que sollozando en una banca frÃa te encontré,
Y fue por él, Que lagrimas suicidas brincaban de tu piel,
Y un clavel se marchitaba triste,
Mirando a una princesa caer,
Pero ¿qué hacer?,
Si las raÃces detienen los anhelos de ese simple ser,
Que el deseo más puro es el convertirse en su ángel,
Y cubrirle entre alas para su corazón proteger,
No queda más que acompañarle en ese atardecer,
Ofreciéndole entre hojas un abrazo cálido hasta un nuevo amanecer,
Y amanecer,
Enseñándole que no es bonito ver en sus ojos llover,
Tomando en sus manos su calidez,
Que todo frio se marcha con poco de chocolate caliente,
Que toda tristeza se marcha con beso en la frente,
Que toda soledad desaparece con una amistad por siempre,
Y desde esa noche hasta siempre,
Mágicamente me convertà en ese clavel.