Cada uno busca su camino,
intentando escapar descalzos,
por senderos de cristales rotos.
Sometido a la ilusión del Cáliz,
en un desierto naufragué,
hundiéndome en sus arenas,
buscando un sueño imposible.
Soy un rayo sin su luz,
un trueno sin hacer ruido.
Y sometido vuelvo a caer,
intentando escapar y tan perdido
y volveré a caer otra vez rendido.
Y volveré a caer,
rendido a tus pies,
intentando escapar
y a la vez tan perdido.
Volveré a caer,
otra vez rendido.
Volver a despertarme junto a ti,
viendo un nuevo amanecer,
acariciando tu piel,
tan insensible y helada.
Sentimientos ahogados en una botella,
borracho con el veneno de tu amor,
que me hace sentir como un idiota,
incapaz de afrontar la realidad,
atravesando tu mar de hielo,
partiendo en mil pedazos mi ser.