Llamo en serenata, en una noche calurosa,
Intento pensarte sonriente, mirando mas frente a
frente,
Dejando los temores de lado, las discreciones o
vanidades.
Si eres mucho para mí, eso ya no me importa con
solo besarte.
Sé que lucho con mi conciencia y juro que intento
aceptar que es algo imposible,
Pero me cuesta,
Y mis venas explotan junto con mi llanto.
Es que entenderás que la noche llueve sobre mi
espalda, escritas con frases de resignación, de
decirme a mí mismo de una vez por todas,
Ella no te pertenece.