Y tu lo sabes.

En el virtuisismo exacto
de una estrofa que reclama
la parte endeleble
de una marca depositaria,
un estigma, un preludio
entretejidos que te atan
bucles de rojas perlas
que rodean...intermediarias!
y es asi, de cada rocío
perpetuamente despejada,
en tus ojos mi afán
en los míos tu batalla,
con tus labios cereza
en mi vientre con miradas
dichos que por si mismos
no solo miran, también hablan!
y tal vez, en mi boca
endeudada,
insume el tiempo
el latir del calendario,
elevas tu rostro
hacia el mío y callada
sabes a mis lirios
como el arma al mercenario,
entonces...sin aliento
al unir los cuerpos, proclamas,
la húmeda verdad
de tanto elixir carcelario,
rozas mi sexo
vestida con la desnudez del alma,
y te cubren mis corceles
con la espada del corsario!
Y me mojo
en tus laureles...
me declaro en tu
cuerpo...culpable!
culpable de haberte hecho
la mujer que hoy ya eres,
esa señora mía
tan mía y tu...lo sabes!