En arenal tan estéril y triste,
un pedregal que olvidó ya besar,
de mí no brotan sonrisas alegres,
salobres labios me ha dado el dolor.
El corazón se rehúsa a otras aguas,
huyen las fuentes de dicha y bondad,
andar sediento es mí sino presente,
en mis raíces se siente el puñal.
Ya no pretendo ese polen de flores
con las promesas fallidas se fueron;
porque codicias mi boca salina,
en otros labios se esconde un panal.
Aunque de sed yo me muera rehúso
besar sus labios, no quiero soñar,
ya no podría el panal se ha secado
hoy no quisiera volver a empezar.
Humberto Reyes H.