...Y, no obstante, pese a todo, sin embargo, aunque al contrario,
desde afuera, desde adentro, desde el centro y a
los lados,
yo procedo ciegamente como los enamorados,
entre saltos, sobresaltos y temores. Temerario
voy y vengo, subo y bajo, canto y lloro y sobre todo,
sobre todo o sobre nada, diletante por el mundo,
unas veces muy orondo y otras veces moribundo,
bien flotante, navegante o arrastrándome en el lodo.
Busco en vano, vanamente, torpemente, con torpeza
el por qué de mis temores, de mis sueños, de mi llanto;
pero el tiempo se sucede fugazmente mientras tanto,
entre mil exaltaciones de mi lánguida tristeza.
Y aquí estoy que ni me entiendo, ni me explico, ni me importa
que me pierda, que me busque, que me encuentre, que agonice
y que tantas ocasiones me desplace o me deslice
como en un alud intenso que la vida me recorta.
Vida y muerte, muerte y vida, tiempo estático o sin freno;
veleidoso tiempo injusto injustamente derrochado,
donde náufrago naufrago sin sentirme naufragado,
bondadosamente malo, maliciosamente bueno...
Ni las sombras me ensombrecen, ni las luces me iluminan,
ni declinan mis locuras ni me desestabilizan.
Vida y muerte me dan risa porque no me garantizan
ni la paz ni la concordia que en premisas dictaminan.
Guerra santa, permanente, permanentemente insulsa,
responsablemente insana; sanamente irresponsable
donde soy verdugo y víctima que herido por el sable
del amor que de una u otra forma siempre nos impulsa.
Así voy, sin petulancia, vagabundo. Vagamente
confundido con el viento casi siempre inconfundible
entre mares de quimeras y la mar de lo posible,
fabricante de ilusiones, pertinaz, grandilocuente.
Mis verdades, mis mentiras institucionalizadas
son las risas que se arriesgan ante las devastaciones.
Son murmullos en cadena de estridentes oraciones
o son llantos simulados en sonoras carcajadas.
Es el juego que jugamos inocentemente mientras
en suspiros o en sollozos eludimos a la muerte.
Son dilemas, son enigmas relativos a la suerte
que aunque tengan un sentido, ya verás que no lo encuentras.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
Y no obstante toda la elocuencia, locura, cordura, muerte y vida, tu poesia es lo mejor de lo mejor.... Y no obstante que no habia escrito, estoy aqui leyendo tu poesia que sabes que me encanta, y por cierto tengo pendiente un correo, porque de que quiero todos los volumenes de tus obras las quiero.....mi 10 y un abrazo eterno.... Princesa* PD...Checa tu mail....