Cartas de otoño

Así como la tarde muere abrazada por la luna en su primer asomo
Fallece también mi corazón en fuego eterno por tu lejano adiós
No sé donde escondida a dejado su huella en el paso de los años
Seco y solo en ausencia de amor.
Se tan solo que te tuve, aunque el tiempo nubla ya ese recuerdo añejo
Dejando confusos los recuerdos de ese gris y claro ayer.
¿Donde estas?
¿No percibes acaso que te busco?
Que ríos corren a mis pies extinguiendo de a poco mis latidos
Que el viento y su aroma perenne solo pasan sin ser vistos
Cuan desesperado intento no ser razón y no caer en ese ocaso
Háblame, que la luna impaciente aguarda con su abrazo
¿Eres tú el amor?
Tú acaso, bella mariposa salida apenas en el capullo matutino
Serás tú ese asomo oportuno hacia la felicidad
¡Quiero que seas tú!
Que seas en mí una ilusión como tu gracia
Visión de agua y luz en un espectro luminoso,
Una perla esparcida adornando el cielo sombrío
¡Dime que eres tú!
Venerado tu nombre extraído del antiguo testamento
¡Tienes que ser tú!
Amor escondido tras la sutil esencia de un poema
Que cuan capella invernal engalanas esta noche joven.
No temas, se que vedado esta a mis labios citar tú nombre ahora
Escrito y oculto como siempre queda
En este y cada uno de mis trémulos escritos de amor.