Si hay un camino que andar, siempre hay que partir, siempre hay que llegar, y aunque temo, no quiero escapar a mi destino:
¡que dé sombra a mi camino tu cuerpo altanero, hecho con luz de lucero, con albas y nubes de estío y gotas de rocío!.
Porque ya tengo el corazón lleno, de lo que sin ver presiento, tu cálido embrujamiento que tiemblan ya mis senos. Y aunque tenga que llorar, aunque tenga que sufrir, si va llegando el dia de amar, vale la pena vivir esta ansia de esperar. Es que el aire ya no es aire, sino aliento, y mi verso ya no es verso, sino acento,
y vuela mi alma hacia ti... cada vez que te pienso... y esta herida no es de muerte, sino de vida, que me liga a ti... en perpetuo lazos, ¡morir quiero amor!.... en tus brazos..
¡Amándote!....