El mar se ha dibujado en tu mirada,
y se ha plasmado el sol en tu cabello,
y en tu jovial sonrisa, está el destello,
el destello del sol en la alborada.
Ardiente y deslumbrante como el día,
palpitas en mis ojos, sin saberlo,
gigante sentimiento, que al tenerlo,
provoca en mi existencia algaravía.
Y sé que tu algo adviertes. Lo presiento.
Y acaso como nunca estoy seguro,
que dentro de tu ser, sagrado y puro,
estoy presente ya en tu pensamiento.
¡Desmiénteme! Te pido que lo intentes.
Confiesa que es mentira que me quieres,
exclama que es a otro al que prefieres,
y entonces supondré que no me mientes.
Pero es en vano en ti, porque adivino,
que en esa mal fingida indiferencia,
se esconden la pasión y la inocencia,
que ansían verme andando tu camino.
Acepta que me quieres, y con eso,
sellemos este amor que nos tortura,
y demos un final a esta locura,
pongamosle final, con solo un beso (1999)