Más pausado y lerdo viene el otoño
y tal vez más lacerante el invierno.
Pero me niego a ser de ese montón,
que tiritan apretados por el frío,
o tal vez angustiados por el hambre.
Son quizás las incomodidades,
un acicate,una motivación,
un impulso,un camino un guía,
una mano ,que me tiende la esperanza,
de salir, por una vez,definitiva,
del cerrado círculo del ayer.
Miro el mar y mi nostalgia,
se mueve implacable dentro mío,
da vueltas por doquier
y me trae recuerdos de ese ayer.
Pero no importa,no me entrego
y el pensar me lleva.
El sufrimiento de la ostra,
es la hermosa perla que se asoma
y yo encontraré la brújula, que me guíe,
a ese feliz mañana ,que yo espero.