Sin tus besos nacen mis días amenazando
con atormentar nuestras unidad de los años,
y a los dos nos estás causando tremendo daños,
sin embargo tú o, ninguno lo estamos gozando.
Abrazado con dolor siempre te estoy mirando,
tan cerca estamos, en fin parecemos extraños.
La indiferencia en los rostros aumenta los años
y el porvenir venturoso se va retrasando.
Tu conversación abiertas, ya he echo de menos
no acostumbro a leer las paginas silenciosas.
Corazones que son contristados por la esencia
no son las almas se alejan en albores vanos,
las auras puras, las brisas que bufan hastiosas,
sin abrazar egoísmo; nos piden conciencia.
Autor: Alcibíades Noceda Medina