Las vueltas de la vida...

Las vueltas de la vida me trajeron tu sigilosas
las vertientes tenues sin dolores no agonías,
placeres sencillos con fragancia de rosas
y el anochecer sincero de tu alma en la mía.
Pero sin embargo el toque sutil de tu inocencia
permanece clavado en mi cuerpo en constante
palidecer de estrellas que agonizan en presencia
cuando llamas despierta al gnomo de tu angel.
Y al palidecer remoto de una llama que no apaga
en el verde cristal que tus ojos asemejan,
me devoras con cenizas exentas de una vaga
sinceridad valiente que vienen y me dejan.