Caminos de la vida, que se forman,
al correr de los años viejos,
y sus insólitas noches.
Tropezando con corazònes,
que desmienten amores,
huracanes que desojan,
los árboles con el deseo carnal.
Años viejos que hieren,
y van en un ritmo para,
vivir sin vivir en mi.
Saboreando tus besos imaginarios,
solo en el silencio se escucha,
el susurro de luciérnagas volando.
Son tus ojos dos luceros,
jugueteando en el firmamento,
y yo bebiendo de tus aguas.
Mas hoy, mas ayer,
mas no te dejo de pensar,
para no despertar.
Sin acariciarte,
sueño en la esencia,
de tu suave y delicada piel.
Me acuso que te amo,
con locura, y en la distancia,
pensando acariciarte.