Y llegaste de noche! Dándome fuerzas,
Con palabras llenas de sabiduría,
Me besaste el alma con todo tu amor.
Y me levantaste, del sobajo de mis derrotas.
Me abrazaste fuerte, y me acariciaste toda la noche.
Me miraste como jamás nadie lo había hecho.
Me dijiste que me amabas con el alma,
No me dejaste dudas! Ya no más dudas.
Y como un retrato inmortal me regalaste tu sonrisa.
En el sueño más profundo que me ha dado paz.
Socavaste en mí, hasta llegar a todo lo basto de mí ser,
Ho! Señor de los sueños, me has dado paz.
Y has llegado a mi vida, en palabras,
En hojas del árbol seco, te has quedado
En la ilusión de mi iris con esperanza,
Sueño del corazón.
05-12-2009