De niños nos han dicho que no miremos al sol directamente porque podríamos quedar ciegos, sin importar los peligros, tarde o temprano volteamos hacia el cielo, y si alguien pierde la vista jamás perderá la imagen del sol en su memoria.
Algo así es la ilusión.
20 años con la misma ilusión entre mis manos, y no tengo nada, mas que un par de recuerdos, uno verdadero y uno falso, cuál de los dos tendrá segunda parte, solo Dios lo sabe.
Y qué ha pasado conmigo, guardo las fotos que nunca fueron tomadas, y soy feliz, sin pensar en que nuestros labios nunca fueron reunidos.
Ahora solo quiero que mis pensamientos se los lleve la noche y lleguen hasta tu almohada en forma de una canción.