Te estoy diciendo adiós amada mía,
con todo el corazón, en mil pedazos,
que va a quedarse siempre entre tus brazos,
aunque después me aleje al fin del día.
Te estoy diciendo adiós, y todavía,
percibo los latidos tan escasos,
que arroja el corazón deshecho en trazos,
y lleno de mortal melancolía.
Que forma más brutal e inesperada,
en que te doy mi eterna despedida,
para morir sin ti, mi dulce amada.
Y todo lo soñado por los dos,
se esfuma en esta absurda y cruel partida,
se pierde para siempre, con mi adiós. (1998)
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!