Busqué en lo profundo de mi alma,
Explicaciones para lo ocurrido,
No hallé más que silencios no queridos,
Busqué sin cansancio cada noche,
En la soledad que siempre me embarga,
Tampoco hallé motivo,
Pero me dolían los golpes,
Golpes que no eran míos,
Me dolían las palabras,
Palabras que no había dicho,
Y sin saber sólo cerré mis ojos,
Evité tú mirada,
Tú dolor,
Tú silencio,
Volví ha encerrarme en mi mundo,
Aquel que en su vacio me llena,
En su soledad me da compañía,
Porque no sabía como decirte,
Que en mi cuerpo yo sentía,
Cada golpe,
Que en mi alma yo escuchaba,
Cada palabra,
Que tú dolor en mi carne se hacía,
Resistencia al odio,
La ira,
La rabia,
No comprendo,
Ni jamás lo haré,
Pero sabe amiga mía,
Por las noches al quedar solo,
A Dios pido,
Te inunde el pensar,
Sólo con alegrías.