Todavía ahora recuerdo la manera
en que haciendo bromas, sobre mí
se daban vuelo.
Todas esas bromas versaban,en que
porque a mi edad aún no me casaba,
es verdad que mi cáracter mucho no
me recomendaba, para ser la novia
con las que muchos soñaran.
Tuvé la oportunidad de conocer a
varios prospectos, pero ninguno
ha ceder estaba dispuesto, si yo
decía blanco ellos decían negro.
Siempre me manejé con un dicho
ya viejo, que para ca.brito,
cabrito y medio.
Tal vez por eso mis jefes decían
Usted no solicita al príncipe azul
señorita, usted es el príncipe
valiente al que necesita.
Mercedes del Pilar Reyna Camacho
mrc.11.01.10