Como recuerdo tu suave aroma,
que inundo de amor mi corazon;
con todas tus curvas suaves,
u otras pronunciadas,
y tu infinita belleza,
que trajo a mi la ilusion,
mi bien amada.
Los torogoces con su canto,
complices desde los arboles,
nuestra pasion velaban;
y alla de cuando en cuando,
ante nuestros gemidos,
los timidos venados, se espantaban.
Innumerables veces en ti sude,
y tu presta con la suavidad de la brisa, me secabas;
o serena en la noche,
mi cuerpo cansado en ti repose,
y siempre amorosa me acogistes,
mi dulce amada.
Hoy albergo la esperanza,
que algun dia sin tardanza,
podre volver a verte,
tus veredas recorrerte,
camino que siempre me espera,
desde cacaopera
pasando por el volcan cacahuatique,
hasta la labranza.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!