.Ayer mirando la lluvia, comprendí, pensé.
Que la distancia és enemigo de un gran amor,
sabiendo que el día a día llena el corazón,
sin servir los momentos diminutos del temor,
despareciendo lentamente en un temido adiós.
Esperar la locura, y saber querer sin rencor,
abrazar esos recuerdos que tanto guardé sin razón
apagándose entre las estrellas,susurrando perdón
sin nada que ofrecerme, sin pálpitos, sin pasión.
Cada madrugada, los sueños eran tu condición,
mis momentos oscuros, tú, les dabas salvación,
y en mi peor pesadilla, me levantabas con fervor
de la mano me acompañabas, a través del gran sol.
Y entre la lluvia esperé, que fueras tú, mi Diós,
la eternidad de mis días, de mis noches de calor,
el amor de mi vida, la fuente de mi gran ilusión,
sin saber qué, tristemente,voló nuestro esplendor