Fuimos dejando atrás la tarde,
con su sol radiante,
con sus mariposas de colores,
una plaza llena de flores que embriago
aun mas nuestro amor.
Nos sorprendió la noche, la luna brillante,
y una suave brisa nos acaricio el rostro.
Llegamos al viejo muelle, un barco anclaba,
Sus amarras se hicieron sentir,
nos reflejamosen aquel río..
¡Como habíamos cambiado en este tiempo!,
pero comprendimos que nuestro amor
seguía siendo el mismo.
Tus brazos volvieron a ser mi amparo
como antes,tus palabras incomparables, susurrantes, me decían.
¡Cuanto te extrañe!
Nos fundimos en un beso apasionado,
y volvimos a ser los mismos de siempre.
El destino nos estaba dando otra oportunidad.