Ese concierto de melodías sopranos italianas, hicieron que vinieras a mi mente.
Te recuerdo tan viejito, chiquito y rezongón, recuerdo tus canciones, esas que cuando partías en tu pequeña barca a pescar, las cantabas.
Tus costumbres, la forma que amabas a tu lejana ITALIA, como la extrañabas, como sufrías, porque allí dejaste parte de tu vida, te costo años encontrar tu identidad, porque aquí eras un inmigrante, solo eso…inmigrante.
Con los años, supiste demostrarle a la sociedad quien eras, y así no te llamaron mas... el ITALIANO., sino que decían…allí viene don BENIGNO.
Dejaste en tu lejana tierra lo más preciado para vos….tu familia, pero tenías que salvarte, inmigraste, no sabias hacia donde partir, norte, sur, este, oeste era lo mismo para vos, la guerra te corría, y no te daba chance ni tiempo a nada.
Te fuiste acostumbrando a esta bendita tierra Argentina que te dio la Bienvenida, de la cual dos hijos le regaste, tus costumbres fueron otras, pero saliste airoso.
Que pena que no pude disfrutarte mas, estoy muy orgullosa de que fueras mi ABUELO ITALIANO.
Que lindo hubiera sido hoy sentir de tus labios ese “O SOLE MIO”…que con tanta ganas las oía hace mucho tiempo y hoy al escucharlas, me acorde tanto de ti.
Justo hoy…en el día del PADRE.