Dejé de amarte, así, tan de repente,
que no sentí, morirme, ni extrañarte,
¡qué fácil fue dejar de idolatrarte,
después de haberte amado locamente!
No se porqué razón, confusamente,
llegué la vida misma a consagrarte,
más que ironía cruel, que el olvidarte,
se fuera a presentar, rapidamente.
Y es que este amor en toda su existencia,
te fue entregando el alma enteramente,
más, ya no soportó tu indiferencia.
Y ya que estoy en planes de dejarte,
te tengo que decir, honestamente,
que siento un gran alivio al olvidarte