Iba por la ribera caminando al alba
en sector Los Cayos en las costas de Miami,
allí boca abajo estaba tendida
una joven quinceañera al lado de su balsa.
Su cabeza apoyada sobre su brazo derecho
con su vestido negro y su blusa blanca,
me acerqué a ella y le tomé el pulso,
pero estaba muerta, estaba ahogada.
Justo en la ribera al lado de su balsa
y al lado de ella unos hombres adultos,
dos mujeres adultas y una anciana,
estaban fallecidos y la balsa destruida,
llegó la policía retirando a los curiosos.
Tan cerca que estuviste joven balsera ahogada
de alcanzar tus sueños,
tan cerca que estuviste de alcanzar la libertad
mas casi lo lograste, ése era tu destino.
Cuantas ilusiones llevarías, cuantos anhelos,
pero no has muerto joven balsera del caribe,
no mientras yo viva y todos los que te vieron
al alba en Los Cayos ese fatídico día.
Joven balsera ahogada en la costa alcanza
la libertad de su espíritu,
joven balsera del caribe junto a Dios
debes estar.
Este es un homenaje a los casi cinco millones
de caribeños que han muerto,
tratando de llegar a las costas de Miami,
que han muerto tratando de alcanzar
su libertad.
Lupercio de Providencia