Esta diaria batalla casi termina,
mis fuerzas, mis ganas desaparecen,
siento muy débil la luz que ilumina
ese camino y esta fe, males padecen.
Me niego a tirar la toalla por ti,
es exagerado pensar perder la vida,
pero se derraman los motivos aquí,
este amor me provoca heridas.
No quiero caer ante tu desprecio,
quiero morir de pie, cuando el día,
cuando la noche oscurezca. Soy necio
y me aferro a que un día seas mía.
Ya no puedo más y es hora de entender,
que en el corazón no se puede gobernar,
si siente lo mismo tenemos las de ganar,
a la fuerza nadie nos puede querer.