Era de noche,
una velada tranquila,
un bonito inmueble,
el calor de un hogar. Sonó el teléfono,
como hace tiempo que no sucedía…
Era de madrugada, una voz desfigurada,
emitía sonidos extraños,
creada para asustar.
Arremetió en la estancia
una y otra vez…
creando confusión y miedo
y sin saber que hacer… Una gran solución se dio a tal padecer
Dejad el teléfono descolgado…
Sin duda es algún aburrido o perturbado.
Al final quedó demostrado,
era una voz que venia del pasado…
Sediento de sangre, Con sed de venganza,
Rompiendo la paz.
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Autor; E.Albitres