Esas voces silenciosas me están llamando,
llaman a mi alma, a todo mi ser;
son las voces que reclaman lo que les arrebataron,
esa alma perdida que alguna vez tuve...
Son las voces del eterno silencio,
voces de la muerte en vida,
voces que susurran sin cesar a esta mente
que vuelva con ellas, que regrese a mi oscura
y cruel ausencia...
Están enojadas por que les quitaron algo que
ya era de ellas: mi alma...
se los arrebataron así nada mas, sin avisar;
algo que es mas poderoso que ellas, y ese algo
es el amor...
El amor de una persona mas fuerte que ellas;
la felicidad de estar con alguien y sentirse libre,
eso fue lo que derroto la desesperación de
estar muerto sin poder hacer nada para revivir;
la aceptación y el cariño de aquella a quien amo derroto
a esas voces...
Y ahora me llaman nuevamente al saber que se ah ido,
insisten e insisten sin descanso;
tanto, que es difícil no hacerles caso,
son fuertes y devastadoras...
y aun las escucho llamándome...