Un hombre fue a visitar a un sabio anciano consejero y le dijo que ya no
quería a su pareja y que pensaba separarse de ella.
El anciano sabio lo escucho, lo miro a los ojos y solamente le dijo una
palabra:
"Ámala," luego se calló.
Pero es que ya no siento nada por ella.
Ámala, repuso el anciano sabio.
Y ante el desconcierto de este, después de un oportuno silencio,
el anciano sabio agregó lo siguiente: Amar es una decisión, no un
sentimiento.
Amar es dedicación y entrega mutua
Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es como un ejercicio de jardinería:
Arranque lo que hace daño asu jardin, prepare el terreno, siembre su jardin, sea paciente
rieguelo, procure y cuidelo.
Este preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de
lluvias, más no por eso abandone su jardín.
Amela a su pareja, es decir, acéptela, valórela, respétela, déle
afecto y ternura, admírela y compréndala. “ Eso es todo, ámela".
Por eso la vida sin amor a Dios, y ti mismo, o a tus padres, a tu
pareja, a tus amigos, y a lo que te rodea podría tener estos efectos.
-La inteligencia sin amor, te hace perverso.
-La justicia sin amor, te hace hipócrita.
-El éxito sin amor, te hace arrogante.
-La riqueza sin amor, te hace avaro.
-La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
-La belleza sin amor, te hace ridículo.
-La verdad sin amor te hace hiriente.
-La autoridad sin amor, te hace tirano.
-El trabajo sin amor te hace esclavo.
-La sencillez sin amor te hace ignorante.
-La oración sin amor, te hace introvertido.
-La ley sin amor, te esclaviza.
-La política sin amor, te hace ególatra.
-La fe sin amor, te hace fanático.
-La vida sin amor, no tiene sentido. . .
Mi estimado colega: El amor es como un jardín .... y este poema tuyo es como la biblia. Qué importantes verdades dices en tan corto espacio. Felicidades, de verdad, y por supuesto diez plumas para palabras tan llenas de sabiduría.