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Poema
Categoría: Personales

Destino Final

Mis sueños se esparcen insomnes, como nubes


Por el viento desvelado, desgajándose a cuenta gotas,


Hasta quedar vacíos como heridas abiertas


La niebla invade mi mente, oscureciendo mi mundo


Cual pueblo abandonado las palabras se escurren


Tránsfugas de mis delirios, calles que conducen a la nada


Esto, amigos, son señales irremediables de desvarío,


 Donde el tiempo lo ha sembrado. Es un día donde el invierno


Abre sus brazos y la marea, se recoge sobre su centro


Ondeando con el viento las palmeras, como ínclita despedida


Cantarán por mí, los pájaros del mundo al anunciar pues,


¿Ésta mi partida? ¡Éste mi canto agónico de cisne?


 


Quiero confesar hoy, que mi Ser se multiplica, no soy


Ni he nacido poeta, más bien soy un ente, hermanado


Con el sentimiento, con incertidumbres, un añorante


De viejos eventos, vida en donde mana sangre por la herida


Un escribiente de notas esparcidas, en el viento.


Yermo hacia la nada, anunciante soy, de polvosas veredas


Retruécanos de caminos recorridos, taladrando mi razón


Calibro las horas que pesan y no, en fronteras descalzas del agua.


 


Me convierto en río que se escurre y desenlaza, de su agua turbia,


De lo que me evoca me alejo, entre imágenes pensativas


Acercándome a las orillas de mi Ser, fabricante de fantasmas


Convertidor de Dioses innombrables en polvo, mentiras y verdades.


Desterrado al mañana, no alcanzo a entender el ahora,


Estoy frente a la orilla de un acantilado, sobre una roca,


Cara a cara al oleaje intermitente donde olas vienen, olas van,


A morir en el reventadero de angustias y alegrías disfrazadas


Atadas como aguas blancas o negras a mi vivir


Cotidiano, de rutina, de hastío, de nada.


 


Aprovecho momentos de última lucidez, para abrir


La entraña donde vivo, despidiéndome de mi Ser nativo


Y de aquellos escasos lectores de mi comuna


Deshabitado estoy de cuentos, historias, narraciones


Escondidos sentimientos, todos, envueltos en mi propio sudario


Donde la palabra duerme en silencio y el alma es sal


Mi mente se pierde como riachuelo, tratando de llegar


A la mar, a ese bautismo donde el espejo me deshabita,


Cayendo en la intimidad de su vacío, Desventrada oquedad


Lapsos me dicen, me quedo ausente del mundo y lo que sucede


Mirando un punto en la distancia, donde mi memoria ingrata,


Suelta sus gárficas amarras de la tierra firme, ahí donde los olvidos,


Son frecuentes e inmensos como océanos ¡Insondables!


Una caída frente a un ejército enorme que se desplaza


¡Avasallante e impasible! ¡Interpérrito ante ruegos y amenazas!


 


¿Pero que esperar si estoy a pocos días de llegar a los 80 años?


¿Qué más le pido a la vida si todo me lo dio a raudales?


 Creí que, en mi vejez, guardaría los momentos memorables


Pero ¡Ay de mí! hoy quedo de mis sueños alejado.


Pensé tendría oportunidad, de regodearme en los recuerdos


Pero me encuentro avanzando entre piedras descalzado


La vida me destina a vivir en tinieblas lo que me resta


Oyendo cantos de sirena sin poder mirarlas.


 


Elevo una oración, no un rezo, para encontrar el faro


Este hado que a mi Sino ilumina la esperanza y su lóbrego camino,


Permitiéndome llegar a mi destino incierto, ahí donde la vida nos devuelve


Me convierto en viajero, sin brújula ni estrella guiado, a un espacio


Más grande y profundo… Adiós pues os digo, ahora


Que aun oportunidad tengo ¡La noche abre sus ojos!


 


Subo de nuevo a ese tren llamado destino, encajado


En nuestras vidas ¡Estatuas sin memoria! ¡Ni luz!… ¡Sólo sombras!


Llegaré a la próxima estación, sin darme cuenta en donde estaré


Tampoco sentiré las manos extendidas, en marea de adioses


Somos polvo, tierra… y a ella volvemos como gotas a la mar


Oleaje apaciguado, nada me llevo, todo lo dejo,


No debo ni me debe la vida ¡Todo está pagado!


 


Sembré y esparcí mi trigo sobre suelos fértiles con cuidadoso amor


¡Banderas futuras! La noche borra mi rostro, cierra mis párpados


 Secos ya, de imágenes distantes entre las sombras


Desplazándose sobre mi cuerpo…otro rostro sin nombre amanecerá


Seguiré mi camino, me encontraré, me esperaré allá


 ¡Ay vida! cuánto me diste: familia y hogar, alegrías y tristezas


¡Ay vida! Cuánto me cobras que ahora me quitas,


Hasta dejarme en la nada.


 


Por todo ello ¡Ay vida! me atrevo, a elevarte mi última súplica


clamando a los cielos…


¡Dioses! Piedad para este hombre de vida incierta


¡Que le acongoja su adversidad!


P.D. El Poeta calló


Fue a buscar su destino


D.E.P.


Cumplo su última voluntad subiendo este su epitafio.


20/Junio/20

Datos del Poema
  • Código: 386190
  • Fecha: 29 de Junio de 2020
  • Categoría: Personales
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 828
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: Leonardo Mazon
País: MexicoSexo: Sin Datos
Fecha de alta: 16 de Mayo de 2019
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
cher
invitado-cher 30 de Junio de 2020

Que pena que no conocio a Dios

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