¿Tanto así te han lastimado,
querida amiga del alma,
que ya no confías en nadie
y la vida te han amargado?
¿Tanto así te han atacado
y herido tu sentimiento?
Créeme, de verdad, lo siento;
cómo quisiera borrar,
como en un acto de magia,
todas esas circunstancias
que te hicieron tanto mal,
pero es sólo un vano intento.
Con el corazón lamento
tus decepciones y heridas,
porque me son muy queridas
tus dotes excepcionales;
mas, no puedo eliminar
de tu vida el sufrimiento.
Ni siquiera consolar
aquello que llevas dentro
y te envenena hasta el aliento;
sólo me queda desear
que tu cruel resentimiento
se desvanezca en el tiempo,
para nunca regresar.-
Con mi profunda admiración y respeto, L. N.