Acercate. Acercate, obra la fe de este instante
agasando el último aliento que aúnduerme
En el cincelo de palabras.
Arrima tu cabeza, más cerca, más,
Aguardo en mi, en las raíces que crecen
En el corazón, mi último silencio.
Arrimate más, te., te amo.
Breo como la cigüeña a lo alto del campanario,
Sostengo la pluma que imprimen mis dedos
Bajo la escarcha de las letras,
Te persigo entre las luces
Como cuando aquel niño
Que osaba desafiar las leyes de la gravedad.
Y ahora qué, que queda de mi, viejo y asustado
Viajando por los números del calendario
Entre las arrugas y las estrías,
Esperando al maldito reloj
Decida la hora justa y definitiva.
Te amo, todo este tiempo en silencio.
En cada una de mis cartas hablaba
De un constante brillo en el cielo,
De tus ojos que en mis sueños
Visitabas y susurrabas,
De tus labios peregrinando
Por todo el cuerpo
Como la pluma al deslizararse
Por el papel blanco.
Te amo, todo este tiempo en silencio.
Luchando con cada lágrima
Entre las tempestades del océano,
Retando a los monstruos
De la inmensa tierra a luchar
Entre las voces de auxilio
Y los ecos que tamboreaban en el universo.
Y ahora qué, quizás ya no vea más el sol,
Verterse en mi rostro
O iluminar a tu corazón,
Y ahora qué, te deje marchar
Sin apenas luchar.
Todo este tiempo en silencio.
Arrima tu cabeza, arrimala a la vera del corazón,
Escuchas los últimos tambores de guerra
Que luchan por estar cerca de ti. Breo
Con la inocenciade quien se enamora
Por primera vez, así me siento.
Tu eres la virgen que vive dentro,
La flor disecada que riega mi alma,
El cuento que me acuesta
Cuando el sueño acecha,
El fuego que me arropa
Cuando el invierno se hace eterno.
Arrima tu cabeza y no llores,
No dejes que ahora, en mi último aliento
Las fuerzas flaqueen, mi corazón
Siempre fue un verso
Que vivía en la antesala del cielo.
Mis ojos, mis ojos ya no ven y mi pulso
Lo noto ausente, pero aún te siento
Y te veo. No noto el aire, ni los ruidos,
Ni veo algo parecido al cielo o al infierno,
No siento ni paz, ni dolor, solo silencio,
No es como había imaginado.
Y mi voz, por mucho que grite estoy solo,
Apenas yo mismo me escucho.
El tiempo lo ignoro, pero aún te siento
Y te veo.
Bajo la escarcha de las letras,
En tiempos de silencio
Viajo por los números del calendario.
Y tú miras el constante brillo en el cielo
Esperando que el papel en Blanco
Reten a los monstruos
De la inmensa tierra,
Y los ecos que tamboreaban en el universo
Alimenten tu aliento
En tiempos de silencio.
Escuchas los últimos tambores de guerra
De quién seenamora por primera vez,
El cuento que te acostaba
Cuando el invierno se hacia eterno,
Y tu corazón siempre fue un verso
Cuando el sueño acechaba
al eco que iluminaba al fuego.
Apenas yo mismo me escucho.
El tiempo lo ignoro, pero aún te siento
Y te veo.