Hoy me veo atado a tu alma,
encadenado sutilmente a tu vida,
¿Pero sabes? Soy muy feliz,
Soy muy dichoso por ser tu cautivo,
prisionero de tu corazón.
Hoy me veo mezclado en tu esencia
y divago entre tu vida, alimentando
mi voraz ego, porque sé que tu
también me amas.
Hoy te veo tatuada a mi vida,
entrelazada a mi amor y a mi sangre.
Te veo bailando entre mi cuerpo,
un vals de divina melodía,
veo nuestras figuras dibujadas tímidamente,
a la orilla de un inmenso mar.
Le sonrío a tu mirada y soy feliz, lo sabes.
Y el sol nos elevará entonces,
hacia un mundo fantásticamente distinto,
donde viviremos, un amor de eternidad.