Y un mal día nos separo,
un par de noches marcaron el adiós,
dejaste ir un raudal de ilusiones, sueños y canciones
en un cause de dolor.
Para cruzar comencé una balsa,
con unas frases que corte de una canción,
y cuando lista ya tenia mi embarcación,
encontré que aquel río era ya un océano,
que iba alguien de tu mano,
sin el viento a mi favor.
Navegaré hasta donde encuentre,
aquella fiebre que mate mi ansiedad,
de esos días asoleados y radiantes,
con mi huella en tu mar.
Hoy partiré y no se hasta donde ancle,
hasta a dónde ahogue el sentimiento,
que causó un viento enorme,
que volcó embarcaciones que navegan,
igual que yo.