Perdona, si mi voz tiembla al hablar
por que lo que siento hoy,
no es el ser mas hombre,
si no el darme cuenta, de saber lo que soy.
Perdona, si es descarado el miedo
de no ser el experto al que tu acostumbras ver
sobre la faz de tu espejo.
Piensa que no soy más que el aprendiz de un sueño.
Perdona, si no soy el amante que desplaza
tu sangre por tu cuerpo.
A cambio puedo darte el beso de los sabios
que solo sabe amargo, si se toma con desprecio.
Perdona, por mi despiste a tiempo,
pero no es más que lo que la vida me ha enseñado,
cuando mi corazón
se pierde entre el viento.
Y al fin juntos ya una vez,
volvamos a intentar ser, el sueño de los tiempos que solo ha sido:
sueño de una vez.