Tu candor mi alma serena
al albor de tu amor de primavera,
más tu pudor desordena
el querer que desespera,
y que a mi vida condena
a la más pura ilusión que antes tuviera.
Ya no puedo desear
la figura de tu ser, que sigue ausente,
de ilusiones, ni mirar,
aquel brillante presente
que me hacía suspirar,
por tu alma, bella, pura, e indulgente.
Ni aún te puedo decir
ni siquiera vida mía que te quiero,
pues vetaste mi sentir
y humillado, yo prefiero,
no aguantar este sufrir
y morir por el amor, por el que muero.
Virgilio Alonso.
21/10/012