Mi adorable amada,
el milagro de amarte,
te conviertes idolatrada…
Eres mi guía…
Dios me quitaras de repente,
cuando llegue el día…
o me iría yo antes,
mientras la vida me dé,
por ti todo doy,
y daré hasta la vida misma,
tal como soy…
¿Sabe que te amo hasta la locura…?
¿Advierte mi niña…?
Y es la razón,
que también amo mi locura…
Mis ojos peregrinos,
te busca en todas parte
peregrinando te busco,
y procuro no llegar
nunca llegar tarde…
vivo en los sueños entercado…
por agradarte estoy,
y sigo haciendo alarde…
Al despertarme,
darte un beso en la frente,
estando ausente o presente,
es lo que mas deseo…
Y también tomada de las manos,
salir de paseo,
a cualquier hora,
no importa si es de noche o de día …
Amada mía,
hasta en tus reproches,
encuentro delicadeza…
Me llega con la suavidad,
del beso de un peregrino,
recibo con firmeza…
A tu lado todo es hermoso…
Eres mi única verdad…
Por amarte me empecino,
es que en tus brazos,
encontré el fin de mi camino…