Mi vida ya no es la misma,
desde que Katilia me encontró,
volvió a mi cara el carisma,
y el amor en mi alma entró.
Dios sabe lo feliz que me siento,
de haber encontrado dos nuevos amores,
que llegaron rápidos como el viento,
a alejar de mí las penas y temores.
A Diego lo amaré como a un hijo,
y no permitiré que sienta ningún dolor,
practicaré lo que siempre mi padre me dijo,
que sea respetuoso y brinde mi amor.
Hace casi ocho meses conocí a Katilia,
que con su hijo Diego me brindan felicidad,
de ser soltero pasé a tener una familia,
con la que deseo vivir con amor y prosperidad.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
PoetaDeDios – Copyright© Morovis, P.R.
4 de octubre de 2006